Viviendo en California, donde las motos circulan entre medio de carriles, es habitual escuchar frases como “no lo vi venir” o “salió de la nada”.
La Administración Nacional de Seguridad Vial (NHTSA) ha revelado que el motivo principal de fatalidad para conductores de motos han sido colisiones con otros vehículos, no contra objetos. Además, los motociclistas tienen 28 veces más chances de morir (enlace en inglés) en un accidente que aquellos en automóviles.
Además, analizando los datos se concluyó que entre aquellos choques contra vehículos que resultaron en fallecimientos la gran mayoría (76%) involucraron choques frontales con las motocicletas.
Otro detalle importantísimo que compartió la NHTSA es que 42% de los conductores de motocicleta fallecidos en accidentes en que chocó solo la moto estaban bajo influencia del alcohol.
¿Qué puedo hacer como motociclista para protegerme?
Si bien hasta el motociclista más cauto puede ser víctima de un conductor irresponsable, existen ciertas medidas de seguridad (enlace en inglés) que minimizan las chances de ser herido de gravedad:
- Procure ser visible: Use ropa reflectora y, desde luego, utilice sus luces.
- Maneje a la defensiva: Preste atención a lo que hacen los conductores a su alrededor y no asuma que ellos serán cautelosos o que lo están viendo.
- Use el equipo protector: No olvide ninguna pieza, casco, guantes, botas, o ropa protectora. Cada parte importa.
- No tomar y manejar: Parece obvio, pero la altísima cifra mencionada anteriormente de motociclistas fallecidos por conducir bajo influencia del alcohol demuestra que no lo es.
- Mantenimiento: Chequee los frenos, gomas y luces para estar seguro de que su motocicleta funciona como debe funcionar.
Independientemente de la excusa que un conductor que choque a un motociclista pueda poner, la negligencia de algún tipo siempre es la razón de fondo de todo accidente.